
El clasismo como tendencia: analizando el resurgimiento del clasismo y el racismo en redes sociales
Valentina Quispe
8 de septiembre de 2024
Por un momento se creyó que la generación Z iba a ser la que acabaría con las injusticias sociales, la que le daría fin a la discriminación, al racismo, al clasismo y a la misoginia. Pensamos que no íbamos a ser como nuestros padres o abuelos, que íbamos a cambiar al mundo para bien. Quizás todas las generaciones pensaron lo mismo en algún momento.
Sin embargo, recientemente se ha visto una creciente ola normalización y aceptación al clasismo y racismo en redes sociales, principalmente Tiktok, por parte de personas bastante jóvenes, que se podrían clasificar como parte de la generación Z. Desde videos de “jamás saldría con el que”, que usualmente es seguido de alguna “preferencia” discriminatoria, los tiktoks de “mi karma por ser clasista”, el admitir que hacen chistes clasistas con su grupo de amigos, y hasta el mismo hecho de orgullosamente aceptar ser clasista o racista, se han convertido en tendencias.
Las personas que hacen este tipo de contenido por lo general se justifican con decir que es solamente humor, aunque algunos sí admiten su clasismo y racismo hasta con orgullo. Cuando se critica este tipo de contenido, terminan atacando a quienes lo critican y no a quienes crean contenido problemático como tal. Terminan diciendo que solo es humor, que son chistes inofensivos que hacen con su grupo de amigos cercanos y que quienes se quejan son aburridos, muy sensibles y no pueden ni aceptar una broma, que el problema es de ellos.
Bastantes usuarios de redes sociales también lo han comenzado a notar y a crear contenido condenando este comportamiento. A pesar de que quienes participan de esta moda se escudan con que es humor, a veces es difícil distinguir si realmente es broma o no. Y las minorías que se ven afectadas por este tipo de discriminación también son calladas cuando quieren decir algo en contra de esto.

Una característica de este resurgimiento del clasismo es que la mayoría de estos videos son hechos por mujeres. Muchas de estas mujeres se consideran feministas y condenan a la misoginia, pero siguen siendo clasistas y racistas. Esto indica fácilmente un problema que hay en el activismo y la lucha social occidental, y es que se tratan a los problemas con una falta total de interseccionalidad. Estas personas solo luchan en contra de la misoginia que las afecta, pero como usualmente no son ni víctimas de clasismo ni de racismo, lo siguen perpetuando.
Con esto no se trata de señalar a las mujeres y decir que solamente ellas crean contenido racista y clasista en redes sociales, sino que los hombres usualmente lo hacen en otro formato. Siendo que varios creadores de contenido varones que crean podcasts en los que dan opiniones machistas no solamente se limitan a eso, sino que también tienen las mismas opiniones racistas y clasistas, la diferencia es que ellos lo expresan como una opinión seria, como un hecho, pero este es un problema diferente. El problema principal del que trata este artículo es la apología a este discurso de discriminación con la excusa de que se trata de humor, quitándole serieda al asunto.
La ola de este tipo de contenido es alarmante y es necesario que cada que alguien se tope con este comente que está mal. No solamente en espacios virtuales, sino también cuando nos encontramos con estas situaciones en persona, si bien es incómodo, se debe denunciar. Es esencial que notemos que la las luchas sociales no son luchas aisladas, sino que los distintos tipos de opresión están relacionados entre ellos y no suceden por su cuenta, es urgente que nuestra generación aprenda sobre la interseccionalidad.