
La necesidad de expandir universos
Rodrigo Rengel
13 de julio de 2024
En el mundo del cine y de la televisión siempre existió la necesidad de saber más, de conocer más sobre las historias que más nos gustan y de adentrarnos más en el mundo de cada franquicia. Tan solo hace dos años se estrenaron más de veinte secuelas y unas diez remakes. Es gracias a las secuelas, precuelas o spin offs, entre muchos otros medios, que se puede ampliar un universo, y esta necesidad se debe a que no nos podemos quedar contentos con un buen final y tenemos que buscar más historias relacionadas o respuestas a preguntas que nos dejaban sin resolución.
El fanatismo en el mundo siempre ha llegado a ser gigante, pues, cuando a uno le gusta algo, se vuelve hasta una especie de culto con las demás personas que igual comparten este fanatismo. Somos testigos de esto en cada convención que existe alrededor del mundo, ya que ahí podemos ver cómo la gente se disfraza de sus personajes favoritos y cómo la gente reacciona a los nuevos lanzamientos de las distintas franquicias a las que siguen. Obviamente, todo esto tiene un inicio, y es que, con la salida de los primeros libros y cómics que cuentan estas historias fantásticas es que se han generado los primeros fans, esperando cada semana a una nueva entrega en el periódico o en las librerías, cada vez pidiendo más y generando ventas que los productores utilizaban de “excusa” para seguir explotando las franquicias.
Gracias a esto tuvimos grandes universos de historias, como el Universo Cinematográfico de Marvel, con cifras absurdas en cada uno de sus estrenos, el Universo Cinematográfico de DC comics, siguiendo las exitosas historias de sus historietas, las sagas basadas en libros como: Harry Potter, Los Juegos del Hambre, Maze Runner o El Señor de los Anillos. Sin embargo, todo esto tiene un cierre y llega a un final, y es aquí donde podemos ver las diferentes estrategias para seguir generando dinero a base de una misma historia. Por ejemplo, con las precuelas de Harry Potter, basadas en un libro de no más de doscientas páginas y a la cual le sacaron tres películas con un regular recibimiento de los fans y de la crítica. Esto mismo les pasó a las películas del Hobbit, pues extendieron la historia para lograr el mismo éxito de las primeras tres, aunque no tuvieron muy buenas críticas e incluso las llamaron “innecesarias”.
Por otro lado, tenemos la “moda” de los reboots, que es cuando las empresas quieren contar una historia ya contada pero ahora con un nuevo aire, presupuesto y nuevos actores, para atraer así nuevos fans. Esto pasó con infinidad de películas, algunas buscando continuar de alguna forma la historia ya contada, como Jurassic World, y otras empezando de nuevo, como las de Spiderman o Batman. Entonces, ¿será que esto refleja la poca creatividad que existe en la industria o que a veces prefieren irse por lo seguro?

También hemos sido testigos del uso de precuelas o spin offs, que cuentan el origen de historias ya contadas y de personajes ya presentados. Un ejemplo de esto es la trilogía de precuelas de Star Wars, mostrando la historia de Anakin Skywalker hasta su transformación a Darth Vader, o, en la misma saga, la película de origen de Han Solo o la de Rogue One. Asimismo, la saga de X-Men también hizo algo similar, pero terminó enredando la continuidad de la franquicia y confundiendo a los fans. Tuvimos películas del origen de personajes más clásicos, como es el caso de Hannibal Lecter de El Silencio de los Inocentes, con la película de “Hannibal: Rising”, o de Norman Bates de la película Psycho con “Psycho IV: The Beginning”, donde muestran más de su origen. Estos ejemplos tuvieron sus altibajos en cuanto a crítica y recibimiento de los fans, pero no siempre sale así.
Algunos ejemplos de buenas precuelas o spin offs son por ejemplo dos series principalmente, “House of the Dragon”, precuela no directa de “Game of Thrones” pues relata una historia de hace más de 300 años antes de la serie original. Otro ejemplo es “Better Call Saul”, que sigue la historia de un personaje ya presentado en la serie de “Breaking Bad”. Estos son ejemplos de buenas decisiones a la hora de ampliar un universo, pues mantienen cierta esencia de los títulos originales, pero, a la vez, mostrando algo nuevo, por lo que fueron muy bien recibidas por los fans y por la crítica.
En conclusión, podemos ver que los estudios nunca van a dejar de explotar una historia que saben que tuvo éxito. Sin embargo, hay que reconocer que muchas historias ya tuvieron su cierre y es mejor dejarlas así, pues existe el riesgo de manchar la franquicia y restar fans más que aumentarlos.