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Voy A Hacer Todo El Ruido Que Me Dé La Puta Gana: Tour 2025 de Chico Emputau

Fabiana Lobatón
13 de febrero de 2025

El tour "VAHTERQMDLPG" de Chico Emputau, artista interdisciplinario que radica en Santa Cruz, es una serie de presentaciones (anti-conciertos), en las que se presenta una propuesta radical del performance explorando el sonido, cuerpo y espacio. El tour inició en el Espacio CACA de Santa Cruz, para luego aterrizar en Cochabamba en la casa de la productora con el apoyo de "La Agrupación Accidentada de Emergencias Inútiles", un colectivo que impulsa las propuestas de arte contemporáneo en la llajta, con planes de ir a La Paz para continuar con las presentaciones.

El ritual comienza con una disposición minimalista: Chico está parado frente a una mesa donde descansa una interfaz de sonido conectada a dos micrófonos. La atmósfera se quiebra cuando empieza a distorsionar sus propios gritos, mezclándolos con el ruido crudo que produce la interferencia de los cables. La tensión escala cuando conecta una guitarra, sometiéndola al mismo tratamiento brutal de distorsión. Su presencia escénica se potencia con una vestimenta que es parte de su manifiesto: un short de muay thai que lleva inscrito "chico emputau" y una máscara que despersonaliza y amplifica la intensidad de sus gritos. El performance alcanza su clímax cuando su cuerpo se entrega al caos, arrojándose al piso, transformando el espacio en un ring de pelea.

El alter ego nace del empute. De un momento de crisis personal hace dos años, el proyecto trasciende sus orígenes autobiográficos para posicionarse en la tradición del hard noise, pero con un distintivo énfasis en la corporalidad y la performance. Saca un álbum homónimo, con cinco tracks en las que explora los límites de su propuesta. A través de esta exploración sonora, el artista no se limita a realizar acciones dentro de un espacio determinado; más bien, su trabajo constituye una investigación "no escuchable" que desafía activamente las jerarquías establecidas del formato escenario/música/espectador.

El cuerpo como generador de caos es parte de la exploración de su presentación que ahonda en: (i) lo espacial, la búsqueda de un "anti-ambient" que rompe deliberadamente con la serenidad establecida; (ii) lo sonoro, mediante la generación de ruidos caóticos y gritos que desafían la musicalidad convencional; y (iii) lo visual, en la creación de una anomalía visual que contradice los cánones estéticos tradicionales. De esta forma, el cuerpo se convierte en un instrumento de producción de ruido que, junto con artefactos, micrófonos y objetos, genera su propia anarquía y desencanto.

Fotografía: Toni Villazón

Lo que distingue a Chico Emputau dentro del panorama del ruidismo es su particular acercamiento al género: si bien siempre anheló ser músico, la falta de oportunidades para aprender teoría musical o dominar un instrumento lo llevó a aproximarse desde las artes visuales y el performance. Esta perspectiva outsider, lejos de ser una limitación, se convierte en una declaración de principios: la anti-música como forma de expresión y resistencia. El proyecto abraza la filosofía DIY (do it yourself o "hazlo tú mismo"), tan característica del noise, donde el desconocimiento de las reglas musicales convencionales se transforma en una poderosa herramienta de libertad creativa.

La rabia o el empute no se trata solo de la expresión de un enojo personal - se expande hacia una crítica más amplia, alimentada por nociones de autogestión, un rechazo a las jerarquías institucionales y una fuerte oposición a los sistemas de producción musical comercial. Su propuesta resuena con ideas sobre la democratización del arte sonoro, donde cualquiera puede crear sin necesidad de validación académica o mercantil. El artista cuestiona especialmente la idea del “virtuosismo” en la música y las estructuras que determinan qué es “arte válido”, proponiendo en cambio un espacio donde el ruido crudo y la expresión visceral tienen tanto valor como cualquier composición tradicional.

El ruido deviene arma política - no desde una grandilocuencia revolucionaria, sino desde la inmediatez del cuerpo y el grito. Se propone un espacio donde la anarquía no busca una catarsis redentora ni pretende cambiar el mundo - simplemente abre un paréntesis temporal donde las jerarquías se suspenden y el ruido re-configura las relaciones entre artista, espacio y audiencia.

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